La sonda robótica estadounidense Voyager 1 (lanzada en 1977 con 722 kg de peso), ha ingresado a la heliopausa, frontera final del sistema solar, debiendo introducirse dentro de poco tiempo en el espacio interestelar (fuera de la influencia del sol), área de la que no se tiene información ( aparte de la provista por telescópios y radiotelescópios ).Las sondas Voyager ( 1 y 2 ) obtienen su energía eléctrica de tres RTG, (Generador termoeléctrico de radioisótopos) generadores de pilas atómicas (plutonio en descomposición constante ) de los cuales se espera que estén generando suficiente energía para que las sondas estén en comunicación con la Tierra hasta por lo menos el año 2025.
La Voyager 1 es actualmente el objeto hecho por el hombre más alejado de la Tierra, viajando a una velocidad relativa de la Tierra y el Sol más rápido que ninguna otra sonda espacial. El 7 de julio de 2009 Voyager 1 estaba a 109,71 UA (16.414 millones de kilómetros) del Sol y ha entrado en la Heliopausa, la zona terminal entre el Sistema Solar y el Espacio Interestelar, una vasta área donde la influencia del Sol cede ante las radiaciones de otros cuerpos lejanos de la galaxia. Si el Voyager es aun funcional cuando pase la heliopausa (y efectivamente convertirse en el primer objeto de fabricación humana que abandone nuestro sistema estelar), los científicos obtendrán las primeras mediciones directas de las condiciones del espacio interestelar, las cuales podrían proveer pistas relevantes del origen y la naturaleza del universo. A esta distancia, las señales del Voyager 1 tardan más de catorce horas en alcanzar el centro de control en el Jet Propulsion Laboratory en La Cañada Flintridge, California.
Voyager 1 tiene una trayectoria parabólica, y ha alcanzado velocidad de escape, lo que significa que su orbita no regresará nunca al Sistema solar. Junto con la Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 2 y la New Horizons, Voyager 1 es una sonda interestelar diseñada para explorar a inmensas distancias, pero Voyager 1 les saca varios años de ventaja.