La Nasa acaba de descubrir en el lago Mono de California ( un lago de agua salada con altos contenidos de arsénico, imagen izquierda ), una bacteria que se alimenta de arsénico que incorpora a su ADN, un hallazgo astro-biológico que puede ser decisivo en la búsqueda de evidencias de vida en otros planetas. Un descubrimiento que redefine la vida tal y como la conocemos. Las características de esta bacteria y sus condiciones de vida aportan nuevos elementos al análisis científico. Lo excepcional de ese microorganismo es que no comparte las características biológicas de ningún otro ser vivo. Hasta la fecha el arsénico es un metal que estaba considerado como tóxico e incompatible con la vida. Esta bacteria puede vivir y crecer en presencia de uno de los venenos mas conocidos de la Tierra, ya que se alimenta de arsénico e incorpora sus elementos tóxicos directamente a su estructura molecular. La noticia ha sido anunciada por el instituto de astro biología de la NASA, y por el servicio geológico estadounidense y ha sido divulgada en la revista "Science".
Este descubrimiento tendrá, según los expertos, un impacto en la búsqueda de evidencias o pruebas de vida extraterrestre. La nueva forma de vida es esa bacteria encontrada en un inusual lago salado en California, Estados Unidos.
Los investigadores colocaron microbios extraídos del lago con un alto nivel de arsénico y solo con una pequeña cantidad de fósforo. La cepa creció cuando había arsénico en el agua, y también cuando había fósforo, pero no cuando ambos elementos estaban ausentes. El crecimiento fue todavía mayor con una doble dosis de arsénico, lo que resulta sorprendente.
Los científicos comprobaron así mismo que el arsénico era capaz de remplazar al fósforo, elemento necesario para la construcción de las células. La bacteria en cuestión metaboliza el arsénico, metal pesado y tóxico para el ser humano, y lo transforma en grasas y proteínas, incorporándolo a su genoma o ADN. La conclusión es en consecuencia que la definición de lo que es la vida, o de los elementos que permiten su desarrollo, se ha ampliado con este descubrimiento. Los científicos estiman que se abren así aun más las posibilidades de que encontremos vida en otros planetas, ya que no necesitan considerar únicamente planetas con el mismo equilibrio de elementos que tiene la tierra.